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Reclutadores concuerdan en que la autorreferencia está generando el efecto contrario al que se busca

Durante la década pasada era usual adornar los currículum vitae con adjetivos bien halagadores hacia uno mismo: motivado, perfeccionista, dinámico, multitasker (multitarea), proactivo. Sin embargo, reclutadores de distintas partes del mundo llevan tiempo debatiendo respecto a si tantas flores —y de tan cerca— realmente ayudan e influyen en la decisión de contratación: muchos creen que, de tanto repetirlos, hoy restan más que suman.

Lo corrobora Francisco González, gerente general de Vertical Hunter, firma especializada en selección de personal, quien enfatiza en que se debieran evitar términos ambiguos, negativos, clichés o que simplemente no aportan nada.

¿Qué hay que sacar del CV?
“No hay que usar palabras como adecuado, bueno, excesivo, destacado, exitoso. Es mejor mencionar logros concretos en cada uno de los puestos que uno ha ocupado y no generalidades. Si nos desempeñamos en el área comercial, una recomendación sería mencionar: ‘durante 2024 aumenté en 15% la participación de mercado de mi organización en Chile’”, ejemplifica.

¿Qué adjetivos se han convertido en clichés laborales?
González sugiere evitar palabras como “proactivo”, “perfeccionista”, “trabajador” o “detallista”.
“Es fundamental usar verbos que denoten acción y capacidad: implementé, organicé, diseñé, colaboré, negocié, lideré, formé, capacité, supervisé, optimicé, entre otros. También es sugerible utilizar aquellos orientados a resultados: disminuí, aumenté, generé, multipliqué, incrementé”, añade.

También hace hincapié en no sobreutilizar términos trillados como “creativo”, “innovador”, “meticuloso”, “exigente”, “apasionado”, “muy calificado” o “altamente profesional”.
“Son términos muy autorreferentes que en vez de sumar restan credibilidad al perfil. El consejo es mejor usar cifras, porcentajes y mencionar los resultados conseguidos”, afirma. La clave de un buen currículum, subraya, es poner acento en la experiencia, logros y competencias. “Para ello es clave emplear un lenguaje sencillo y claro. No hay que olvidar que un CV debiese tener una longitud máxima de dos hojas”.

Análisis por términos
La psicóloga organizacional Francisca Lindsay, coordinadora de Atracción de Talentos de SOS Group, y Sariana Di Rosa Sergi, jefa de servicio y selección RPO de la empresa Adecco Chile, coinciden en palabras que es mejor evitar cuando uno quiere promocionar sus talentos.

Motivado. Este adjetivo no significa nada en concreto, advierte Lindsay, ya que se asume que cualquier postulante a un trabajo está motivado.
“Es preferible demostrar esa motivación con logros específicos o proyectos exitosos en los que uno haya participado”, sugiere. Concuerda Di Rosa: “No agrega valor si no se respalda con ejemplos concretos. Decir que uno está motivado puede sonar como cliché sin pruebas que lo respalden. Es mejor mostrar cómo esa motivación se traduce en logros o resultados”.

Perfeccionista. Aunque a primera vista parece algo positivo, Lindsay dice que podría interpretarse como una tendencia a obsesionarse con los detalles y ser poco eficiente.
“Es mejor hablar de la atención al detalle en situaciones reales”.

Dinámico. Otra palabra que no agrega valor.
“Lo ideal es describir cómo uno ha enfrentado entornos cambiantes o desafiantes con ejemplos específicos”, señala Lindsay.
“Al enfocarse en logros y resultados, el candidato puede destacarse sin caer en clichés o redundancias”.

Multitasker. Para la especialista, este ubicuo término ya está obsoleto y puede sonar poco profesional.
“Es preferible destacar habilidades como la organización o la gestión eficiente de proyectos múltiples”.

Proactivo. Lindsay recalca que esta virtud se ha convertido en un cliché.
“Es mejor usar términos concretos como anticipé, implementé o propuse. Hay palabras tan genéricas que no ayudan a diferenciar a un candidato de los demás. Los reclutadores buscan evidencia concreta de habilidades y logros, no frases vacías. Un currículum no es un espacio para adornarse, sino una herramienta para contar con precisión y profesionalismo lo que alguien puede aportar”, sostiene.

Creativo. Al igual que “motivado”, Di Rosa cree que es algo demasiado subjetivo.
“Es mejor describir cómo has resuelto problemas de forma innovadora o has mejorado procesos en tu trabajo, ofreciendo ejemplos claros”.

Apasionado. La reclutadora de Adecco afirma que es otra palabra que no dice nada.
“Si bien la pasión por lo que haces es importante, lo ideal es demostrarlo con ejemplos de proyectos exitosos o de compromiso en tareas clave que refuercen esa pasión”.

Liderazgo. Di Rosa Sergi pone énfasis en que esa virtud requiere ejemplos tangibles:
“Mencionarlo sin describir proyectos o equipos que haya dirigido puede no generar el impacto que espera”.


Fuente: https://www.lun.com/Pages/NewsDetail.aspx?dt=2025-01-01&EsAviso=0&PaginaId=20&bodyid=0