Pese a que está prohibido que las empresas publiquen avisos de ofertas de empleo solicitando CV con la imagen del interesado, aún la mitad de los profesionales que postula a algún empleo continúa realizando esta práctica.
Pese a que en el país se prohíbe a las empresas publicar avisos laborales que soliciten curriculum vitae con fotografía, aún la mitad de los profesionales que postulan a un empleo continúa con esta práctica y envía uno con imagen de su rostro.
«Esta costumbre está presente entre profesionales de todas las edades, más que en operarios. Tal vez algunos quieren mostrar lo que proyectan para obtener un empleo», advierte Lissette Domínguez, directora de Atracción de Talentos de la reclutadora SOS Group. Para evitar discriminaciones por aspecto físico, según la experta, «en los procesos de preselección retiramos la foto de cada currículum antes de enviarlo a la empresa que realizará la selección final a partir de una terna».
Información personal
De acuerdo a Domínguez, los postulantes a empleos no deberían agregar en su curriculum vitae: foto, RUT, edad, fecha de nacimiento, fechas de estudio, titulación o trabajo, nacionalidad, estado civil, dirección del domicilio ni colegio, porque es información personal que se podría prestar a ser descartado de un proceso de selección. Incluir entre qué fechas se estudió o trabajó en una empresa facilita deducir la edad y ser discriminado por joven o mayor a 50 años, como ocurre a menudo.
«En lugar de poner fechas, el postulante puede informar la cantidad de años que trabajó en un cargo en una empresa. Como hay que agregar solo la experiencia atingente al puesto al cual se postula, se hace menos evidente la edad», recomienda. Agregar el RUT puede estimular la búsqueda de información personal en fuentes públicas, incluidas deudas personales. El hábito de incorporar el domicilio de residencia o el colegio donde se estudió, puede influir un sesgo social. «Basta con informar que se cuenta con enseñanza media completa, y cuáles son los títulos técnicos o universitarios», acota.
Cambio cultural
La normativa actual prohibe a las empresas publicar ofertas de trabajo en que se pidan requisitos discriminadores ajenos a lo laboral, pero en la práctica muchos postulantes siguen incorporando estos datos en su currículum. «Cuando se prepara un curriculum vitae, el foco no debe estar en la información personal, sino en describir las habilidades, competencias, estudios, experiencia laboral y logros en el trabajo. Al incluir datos personales, el postulante lo hace a ciegas, pues no sabe lo que realmente busca la empresa y se autosabotea con información personal que puede llevar a la discriminación», dice.
La experta comenta que debe haber un cambio cultural en las empresas, en las reclutadoras de empleo y en los mismos postulantes para evitar filtros y sesgos ajenos a las aptitudes, competencias y talentos. Esto permitirá a las empresas contratar a personas con las competencias que más se ajustan al cargo. «También es clave el rol de las reclutadoras de empleo en no entregar a las empresas clientes la información personal de los postulantes para que primen criterios más objetivos y basados en los talentos del postulante para un cargo», concluyó.
Fuente El Mercurio: https://digital.elmercurio.com/2023/08/15/C/574AMCRS#zoom=page-width